sábado, 29 de agosto de 2015

Las siete Iglesias

Retomando algunos posts de la primera época del blog que tuvieron mayor difusión re publicamos la secuencia gráfica de las "Siete Iglesias" del Apocalipsis con base en la interpretación que hiciera el P. Castellani, con las modificaciones que propusimos nosotros en las dos últimas "Iglesias":


I- EFESO
    
Éfeso significa ímpetu. Representa la primera edad de la Iglesia, la Iglesia Apostólica, hasta Nerón.



II- ESMIRNA

Es la edad de las persecuciones, desde Nerón a Diocleciano. Smyrna en griego significa mirra, símbolo en la Escritura de dolores corporales y de embalsamamiento.




III- PERGAMO

Por los libros, Pergamino. Es la Iglesia de los Doctores y de las Herejías, hasta Carlomagno.




IV- THYATIRA

Thyatira (triunfo) es la Iglesia del Dominio, desde Carlomagno hasta Carlos V de Alemania y I de España.




V- SARDES

Sardes (sardio, sardónica, riqueza) es la edad llamada del Renacimiento, desde Carlos V hasta la Revolución Francesa. Sardes, capital del reino de Lydia, era proverbial en la antigüedad por sus riquezas: el nombre de su rey Creso, todavía se usa hoy día para designar a los multimillonarios. Tiene nombre de viviente pero está "muerta" ya que comienza a ser carcomida por las filosofías liberales.




VI- FILADELFIA

Filadelfia significa amor a los hermanos. Es la Iglesia misionera que va desde la Revolución francesa hasta el papado de Pío XII. Tiene "poca fuerza" porque es combatida por las ideologías liberales, modernistas y ateas, pero sin embargo "guarda la palabra".  Durante la misma se convierten "algunos de los que se dicen judíos pero no lo son" (Lehmann, Cohen, Ratisbona, Zolli, etc)





VII- LAODICEA

Laodicea (gr. Laodíkeia, quizá "corte [de justicia] del pueblo", "juicio [justicia] del pueblo" o "un pueblo juzgado") es la Iglesia actual, desde Juan XXIII hasta el Juicio de las naciones. Esta Iglesia es un Iglesia tibia, "ni fría ni caliente", que se "cree rica" pero necesita "colirio para ver". Es la Iglesia del Anticristo y Cristo está "a las puertas".


3 comentarios:

  1. El Apocalpisis siendo Profecía, se va haciendo más clara a medida que nos vamos acercando al tiempo de su cumplimiento, como decía Pascal. Disiento con la interpretación de las dos últimas.
    Filadelfia es todavía el período en el que estamos. La "prueba que ha de venir sobre todos los moradores de la tierra" es la Gran Tribulación, en cuyo tiempo se realiza la culminación del Misterio de Iniquidad con la adoración pública del Anticristo, presentado por el Falso Profeta, cabeza de la Ramera Apostática constituída en religión antropocéntrica e idólatra desde el "des-concilio vat II". La herejía envuelve este período que acabará con la aparición del Inicuo. La Visión de los Dos Testigos y de la Mujer que va a dar a luz con dolor son de este tiempo.
    Laodicea es la Iglesia Reino de Dios transformada por acción de la Parusía de Nuestro Señor, período del encadenamiento de Satanás, en el cual "todos los reinos que están debajo del cielo" (Daniel), o sea en la TIERRA, pasan a estar bajo el "suave yugo" del Reino de Cristo, tiempo en que los enemigos externos han sido quitados, solo queda el "fomes pecatti", por lo que aún los viadores podrían condenarse. Período en que se cumplen todas las Promesa de Jesucristo y las que hay en el Antiguo Testamento. Verdaderamente Reino de justicia, de paz y de amor, como dicen las Escrituras. Y evidentemente -como su nombre lo indica- es "juicio", pero el juicio no necesariamente debe ser condenatorio, puede y de hecho lo será, laudatorio y de reconocimiento público de la heroicidad de los Mártires, la perseverancia de las Vírgenes y de la santidad en general, período en que irán resucitando para estar con Cristo en Su Reino todos los Bienaventurados, por eso se dice que "son dichosos los que alcanzan la Primera Resurrección, pues la segunda muerte no tiene poder sobre ellos. Es decir que el Juicio es desde la Parusía hasta que Cristo entregue Su Reino al Padre, que será después de haber juzgado a los réprobos después del Milenio Temporal. Esto no contradice en absoluto el Dogma: "Y vendrá a juzgar vivos y muertos".
    Simón Del Temple

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  2. Pues a mi me parece clara la secuencia que expongo. Las cartas a las Iglesias suponen dos cosas: unas admoniciones para los cristianos de todas las épocas y una descripción del estado de los cristianos (jerarquía incluída) en cada época. En tal caso, nunca podríamos estar en Filadelfía que es una Iglesia -que, repito, incluye la Jerarquía- que "guardó la palabra". Es lo que ocurrió con el magisterio excelente de Pío IX, Leon XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII. Una época netamente misionera (misiones en Asia, Africa, etc). Es la Iglesia de grandes santos que tuvieron "amor del hermano": cura de Ars, S. Juan Bosco, S. Teresita, S. Pío de Pietralcina...Los filadelfianos son el tipo de "tradicionalista" por eso se les promete que serán preservados de las pruebas que sobrevendrán en la Iglesia siguiente, la actual (Laodicea) que será la del Anticristo ...
    El tiempo de paz o Reino después del Juicio de las naciones a mi modo de entender no figura como "Iglesia". El Reino, que es pleno, donde hasta el mínimo utensilio tendrá "grabado el nombre de Yahvé", donde todos conocerán al Señor, etc etc es incompatible con cualquier "tibieza" (que describe toda una época y no en forma falaciosa "hacia su final").

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  3. Lhd. Realmente es un placer poder debatir estas cosas que -aunque no atañen de lleno a la Fe- no obstante "mantienen la lámpara encendida" para esperar al Señor.
    Como usted, yo y todos sabemos, la Profecía no puede ser definida por nadie, ni por la Iglesia, pues quedaría destruido su objeto. La interpretación que podemos hacer de ella tienen como marco las "señales" de las que nos recomienda Nuestro Señor, "estar atentos". Figúrese que esto es es tanto así, que el gran San Alberto ponía al Anticristo en Filadelfia...y en Laodicea. Todavía las "señales" de su aparición no estaban claras, pues no había venido la apostasía -como dice San Pablo- clarísima señal de la proximidad del Inicuo, ni los vaivenes políticos del "mar" reclamaban la gobernación mundial de uno solo, como indica la Profecía de Daniel y San Juan y que nosotros la vemos gestándose cada vez más claramente. Y como dice Nuestro Señor que "cuando la sal pierde su propiedad, solo sirve para ser pisoteada por los hombres" es alusión a la Ramera, que de ninguna manera puede ser confundida con la Iglesia Católica, ni por "debilidad" ni por "tibieza", pues la Iglesia siempre es Fundamento y Columna de la Verdad, sin mancha ni arruga". Por tanto piadosamente creemos que lo designado como período de Filadelfia no ha terminado y pensamos que la fidelidad de este "pequeño rebaño" carente del poder de las Llaves dado a San Pedro y vuelto a Cristo, tendrá como trofeo máximo la conversión de Israel, que nosotros vemos en la Visión de los Dos Testigos y en la de la Mujer encinta y coronada, ambas contemporáneas al Inicuo. Recuerde usted que la apostasía precede al Anticristo, y el Falso Profeta, cabeza de una falsa iglesia idólatra con solo apariencia de "católica" (que posee la astucia y el engaño de la antigua Serpiente) que, al decir de la Vírgen, "eclipsa" a la verdadera, ha trabajado viciando el catolicismo y sustituyéndolo por un humanismo sin Santo Sacrificio ni Orden Sacerdotal, es la "bestia" de la tierra, que ha preparado a los hombres a recibir la "marca" del Anticristo sin oposición ni resistencia. Mientras tanto Jesucristo exhorta y manda "guardar firmemente Su Palabra y no negar Su Nombre" y a estos vencedores les promete la conversión de Israel y el ser columnas de la Jerusalén que viene de Dios, y que todavía no llega, sino en Su Parusía, donde muertos los enemigos y encadenado el Diablo, comienza "Laodicea": el Reino Milenario: la Iglesia Transformada, el período de tiempo en el que Jesucristo podrá decir "Mi Reino AHORA es de AQUÍ". La "tibieza" no es aplicable a la Iglesia, sino a los cristianos tomados individualmente.
    En esta Iglesia Jesucristo YA ESTÁ. El "Vengo pronto" está dicho en el período anterior. Razón por la cual si alguno "le abre cenará con El" tal como hacía después de Su Resurrección. El Verbo Glorificado está presente -ni solo corporalmente, ni solo visiblemente- sino a la manera que lo hacía antes de Su Ascensión: con Cuerpo Glorificado que aunque no necesite comer ni beber ni ninguna otra necesidad corporal, sin embargo "comía con Sus Apóstoles, les preparó en la playa pescado asado y se aparecía donde quería, en Emaús, en Galilea, en Jerusalén, a pocos o a muchos, San Pablo habla de "quinientos" y no era un fantasma y Santo Tomás pudo poner sus dedos en la Llagas. De igual forma será Su Presencia en Laodicea, anticipando la eternidad, pues el "fin del mundo" será después del Juicio y cuando entregue Su Reino al Padre y no quede enemigo por vencer. Ya Su Sagrada Humanidad habrá sido resarcida de honores debidos por justicia...en esta tierra.
    Simón Del Temple

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